Paso de misterio del Prendimiento

El actual paso de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento es una soberbia obra de ebanistería y talla (2003-08) de Francisco Rodrigo Verdugo que sobrepasa los cinco metros de longitud, llegando casi a alcanzar los seis metros, si sumamos las maniguetas. Una vez finalizadas las fases de ebanistería, talla e imaginería la Hermandad aguarda actualmente acompeter la fase de dorado.

El canasto está compuesto por líneas sinuosas que, no obstante, guardan una tenue suavidad para conseguir restarle el menor espacio posible a las imágenes del misterio. Consta de una capilla central en cada uno de sus cuatro ejes que contienen una imagen de San Indalecio (frontal), San Sebastián (trasera), Santa Clara y Santa Bárbara (costeros) realizadas por Fernando Murciano Abad. Se trata de las advocaciones bajo las que están erigidos los diferentes templos en los que ha residido la Hermandad a lo largo de su historia. Del propio Fernando Murciano son las escenas para las cartelas. Estas escenas se enmarcan en las cartelas de las esquinas, que abrazan la redondeada esquina del canasto y que lo acoge en toda su altitud, y en dos comodillas salientes de los laterales, donde se encajan otras dos cartelas, cuya función es dar realce y sinuosidad a este saliente.

Este canasto en su totalidad comprende un plinto liso de arranque, siguiéndole un cuarto bocel que se encuentra tallado con el gallón de la vida y la muerte. A continuación lleva una media caña que sirve de división entre el bombo y las molduras de soporte, estando totalmente revestido de una voluminosa ornamentación barroca, y al que le sigue otra media caña y un cuerpo con perfil en cuello de paloma. Se trata de un canasto de los denominados 'de contrafigura' y posee elementos comunes con los respiraderos para así guardar la consonancia y el equilibrio entre ambos que tanto destaca. El respiradero, por su parte, se trata de una pieza de gran envergadura, de aproximadamente un metro de caida en las zonas máximas, con una cartela central flanqueada por dos columnas de aristas viseladas a cada lado y culminadas por cuatro perillas torneadas y un penacho con doble voluta que abraza al moldurón en su vuelo. Se encuentra compuesto en gran parte por un conjunto de molduras que enmarcan la talla y definen a su vez la línea y arquitectura del mismo. El fin de estas molduras es provocar un mayor efecto visual en todo el entramado, enriqueciendo a su vez la grandiosidad y monumentalidad de la pieza en su conjunto en cuyos laterales también destacan dos ornacinas en cada uno, que culminan la arquitectura y el equilibrio que en el se quería conseguir. Son capillas con columnas de aristas viseladas, para guardar la consonancia con la cartela central y las columnas de las capillas centrales del canasto. Estas columnas están apoyadas en una base pescante, la cual lleva tallado unos gallones en la misma y culminada por una pequeña cornisa que lleva incorporada un penacho igualmente tallado. El moldurón, por su parte, es una pieza hueca, con una ornamentación repetitiva y calada en su totalidad consiguiéndose así los claroscuros oportunos que ensalzan la belleza que en él se quiere lograr. Finalmente, el paso está iluminado por seis candelabros de guardabrisas, de nueve luces los de las esquinas y de cinco los centrales.

Evolución histórica
La Hermandad se funda en enero de 1948 y el Miércoles Santo de ese año se bendice el paso de misterio salido del taller de Perceval. Estaba formado por cuatro imágenes y gracias a una fotografía tomada durante los días que estuvo expuesto en la Catedral sabemos de la sencillez del mismo y de la original iluminación con que contaba. Este paso estuvo saliendo de manera intermitente; lo hacía con la imagen de San Pedro cortándole la oreja a Malco, escenografía que se mantendrá hasta 1962, año en que sale por última vez. La próxima vez que lo haga será en la Semana Santa de 1980 y ya desde la Catedral, en el paso conocido como 'la bombonera', comprado en Melilla. En 1982 se incorporan al conjunto la imagen del Señor y la de Judas, ambas de Eduardo Espinosa Alfambra. El paso de 'la bombonera' es sustituido por el de la Esperanza que se le había comprado a la Hermandad de los Estudiantes y en el que estuvo saliendo la Virgen de la Merced. El misterio del Prendimiento saldría en el él hasta 1985, cuando el orfebre Luis Jiménez comienza a labrar un paso en alpaca. Diez años más tarde la Hermandad decide encargar otro paso al orfebre José Brihuega Gandull, que se estrena en la Semana Santa de 1986 siendo enriquecido por Manuel de los Ríos en 1987. Este paso fue vendido a la Hermandad de la Pollinica de Ceuta en 2005; es entonces cuando se encarga el paso actual.